Capítulos 21-23

Viven atrapadas en  credenciales muy marcados y que dañan en gran cantidad femeninos del siglo XIX. Beth es sacudida por el desinterés que se anima en las mujeres, y Meg se anuló, al menos en opinión de Jo al aceptar convertirse en una mujer normal, común y corriente.

Cuando Meg acepta casarse con el señor Brooke, se da cuenta que no importa lo material y lo lujoso, si no que importa la persona que es en el interior, y nunca se valora a la persona por lo que tiene, realmente se valora por lo que es, las actitudes y acciones que esta tiene con las demás personas y consigo mismo. Pero muchas veces todas las personas llegan a pensar que por el estado social o la cantidad de dinero que tengamos vamos a ser mejores personas que otras cuando no es así como se valoran a las personas verdaderamente. Deja a un lado toda esa atracción o debilidad por lo materia y se conforma con John Brooke. Cada persona que está satisfecha y conforme con lo que tiene,  va creciendo y madurando va cambiando de pensamientos; y sus metas van siendo aún más altas de lo que las que tenía antes, se da cuenta de lo que importa y que el dinero no lo es todo, sí que puede hacer feliz  a las personas por momentos pero nada más esa felicidad no es duradera.

Aunque si se pone atención  a lo que está diciendo la autora se puede observar que ella, muestra  el balance y combinación entre matrimonio y dinero que siempre existe.